Algo la hizo despertar de aquel maravilloso sueño...
Veíase a sí misma cual princesa de cuento dormitando… Su almohada era él…
Nunca fue ni el más perspicaz ni tan siquiera el más llamativo en cuanto a su físico se trataba… Pero si era el que portaba esa sonrisa… La sonrisa que a ella, desde el primer día que supo de su existencia, le había hecho perder el poco “norte” que decía poseía…
Ahora… Y tras el sobresalto…
Deambulaba por su mejilla en dirección a sus labios una insignificante brizna de agua… Esa… Homenajeaba días de risas, noches de besos, paseos, cenas y charlas… Muchas charlas…
Al fin y a la postre abarcaba una enorme variedad de momentos que hoy, sin motivo real ya se pierden a la altura de la comisura de unos labios…
El azar, o tal vez su mal hacer - se castiga-, quiso que ya no volviese a estrecharse con esos cuyo esbozo de sonrisa aun la hacen estremecerse y sonreír…
Procuró alejar ese pensamiento y aunque no lo consiguió íntegramente, logró seguir durmiendo...
Mil y un besos.
#CON#