con esto me voy encauzando de nuevo a mi sincero amigo deporte...
Y pienso... No sabéis como extraño mis paseos en Cádiz por mi playa de la Caleta...
Hago el mismo recorrido todos los días, aunque cambio la dirección
para que no me resulte totalmente monótono, voy escuchando música
que me agrade y gusto de actualizarla cada tres o cuatro días...
Después de dos semanas, las piernas parece que van recuperando un poco
la musculatura y forma aunque la espalda me duele una barbaridad,
no entiendo, jaja!!
Ya iba de regreso a casa, cuando empezó a sonar una canción,
era quizás la tercera de una carpeta con mas ritmo, de estas que no sabes porque
pero las escuchas y te pones a bailar, pues eso es justo lo que provocó...
Sin dejar de avanzar, empecé a bailar en medio de la calle, (para los que me conocéis se que ninguno os habéis asustado... Lo se... jaja!!) pero eso ya contestaría al título de ésta entrada...
Tratándose de mi había que reír a carcajadas con las cosas que me pasan...
Pues en la emoción del baile, cruza un chico que andaba en dirección contraria a mi por la acera y paseaba a su perro, me para... Me corta el baile...
Asombrada me quito los cascos que aun los tenía puestos y no escuchaba bien lo que me decía...
"Dime hijo disculpa es que con ésto (señalando los cascos) no te escuchaba bien, disculpa... ¿Necesitas algo?"
Y con los ojos muy abiertos de fascinación y saciantes... Llegó a darme un escalofrío... No sabía que quería, ni lo conocía de nada pensé... (Al final verás tu...)
Últimamente, parece que tengo un cartel en la frente: "Si te falta un tornillo, habla conmigo..." jaja!!
Bueno, pues cual fue mi sorpresa... Me dice:
"Podrías enseñarme los pasos que estabas bailando..."
Pensé que se me desencajaba la mandíbula de la risa... jaja!!!
Yo y mis historias me dice mi madre cuando llego a casa y se lo cuento...
Me parto...
Mil y un besos.
# CON #
